héroes

19:29


Todos somos comunes. Todos somos aburridos. Todos somos espectaculares. Todos somos tímidos. Todos somos intrépidos. Todos somos héroes. Todos somos indefensos. Sólo depende del día.
Brad Meltzer


Resorte

14:34


Conglomerado de consumos tristes,
suma y montón de trampas
recolección anónima
de los plurales de la muerte.
Y enfrente, la pasión,
vidamás de la vida,
chispa en el relámpago,
deshielo de la belleza,
escarapela sobre el corazón del caos,
látigo de muchas puntas.
Y enfrente,
el contemplador de ambos fracasos.
Y también del fracaso
de contemplar el fracaso.
Y es allí,
en ese punto de madurez negativa,
donde salta el resorte:
la fe en nada,
la fe de fe,
la fe que no tiene enfrente,
la fe que no es posible contemplar.


Roberto Juarroz

Minutos

14:28


En un minuto puedo cambiar mi actitud, y en ese minuto puedo cambiar el día entero”

Spencer Johnson


Planeta

19:41

Nacemos para vivir, por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene limites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos

Facundo Cabral

Pozos

21:26


La muerte siempre está en camino, pero el hecho de que no sepamos cuando llegará parece restarle finitud a la vida. Lo que odiamos tanto es esa terrible precisión. Pero como no sabemos, nos toca creer que la vida es un pozo sin fondo. Sin embargo, las cosas ocurren solo un determinado número de veces, en realidad, muy pocas. ¿Cuántas veces más recordarás cierta tarde de tu infancia, una tarde que forma una parte tan entrañable de tu ser que ni siquiera puedes imaginar la vida sin ella? Quizá cuatro o cinco veces más. Quizás ni eso. ¿Cuántas veces más verás salir la luna llena? Quizás veinte. Y sin embargo todo parece ilimitado.

El cielo protector, Paul Bowles

MARES

11:09



Hace ya varias noches que aún se oye el mar,
leve, de aquí para allá, a lo largo de las lisas arenas.
Eco de una voz encerrada en la mente
que remonta desde el tiempo; y también este
asiduo lamento de las gaviotas: acaso
de los pájaros de la torre, que abril
impulsa hacia el llano. En otro tiempo,
con esa voz estabas a mi lado;
y quisiera que a ti también llegase,
ahora, un eco de mi memoria,
como el murmullo oscuro del mar.

Aún se oye el mar, Salvatore Quasimodo


Hiroshima

14:38


En 1945, mientras este día nacía, murió Hiroshima.
En el estreno mundial de la bomba atómica, la ciudad y su gente se hicieron carbón en un instante.
Los pocos sobrevivientes deambulaban, mutilados, sonámbulos, entre las ruinas humeantes. Iban desnudos, y en sus cuerpos las quemaduras habían estampado las ropas que vestían cuando la explosión. En los restos de las paredes, el fogonazo de la bomba atómica había dejado impresas las sombras de lo que hubo: una mujer con los brazos alzados, un hombre, un caballo atado.
Tres días después, el presidente Harry Truman habló por radio.
Dijo:
Agradecemos a Dios que haya puesto la bomba atómica en nuestras manos, y no en manos de nuestros enemigos; y le rogamos que nos guíe en su uso de acuerdo con sus caminos y sus propósitos.


La bomba de Dios, Eduardo Galeano