Hay
que estar siempre borracho. Todo consiste en eso: es la única
cuestión. Para no sentir la carga horrible del Tiempo, que os rompe
los hombros y os inclina hacia el suelo, tenéis que embriagaros sin
tregua.
Pero
¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, de lo que queráis. Pero
embriagaos.
Charles
Baudelaire