Los
recuerdos son como perros abandonados, vagabundos, nos rodean, nos
miran, jadean, aúllan alzando la vista a la luna; querrías
ahuyentarlos, pero no se marchan, te lamen ávidamente la mano, y
cuando les das la espalda, te muerden...
Yo, otro. Crónica
del cambio. Imre Kertész.